2 de noviembre de 2009

"Día de Muertos" Aquellos que se fueron regresan hoy...

Celebrar a la Muerte es un evento que se lleva a cabo en todo el mundo, pero en México se vive de una forma diferente, resultado de mezclar dos tradiciones culturales: la hispánica y la prehispánica dando como resultado “El Día de Muertos” celebrado por indígenas y mestizos.

Antiguamente celebraban a los muertos varias veces a lo largo de los 18 meses del año (20 días tenía cada mes) del calendario prehispánico, era una fiesta relacionada con la agricultura y la fertilidad de la tierra, en agradecimiento a la intervención de los ancestros para una buena cosecha. En la actualidad y tras mezclarse las tradiciones, la celebración se ha modificado y se realiza el mismo día que aquella celebración cristiana "Día de todos los Santos y Fieles Difuntos"

La fecha varía dependiendo de las creencias de cada comunidad, esas variantes responden no a la forma en la que vivió la persona ofrendada, sino la forma en la que murió (sin bautizar [limbos], asesinada, en accidente, etc...). En algunas zonas, la celebración dura varios días comenzando desde octubre y prolongándola hasta noviembre, pero los días oficiales de la celebración son:
1 Nov: Tlaxochimaco o Miccailhuitontli dedicada a los niños.
2 Nov: Xócotl Vetzi o Hueymiccaihuitl dedicada a los adultos difuntos.

El Día de Muertos no es un duelo, sino una fiesta en la que se recibe durante un día completo a los difuntos ofreciéndoles lo que ellos disfrutaban en vida y y compartiéndolo mediante ofrendas. Las ofrendas se colocan en la casa de los familiares del difunto y/o en el cementerio sobre la tumba. 
La ofrenda casi siempre incluye la foto del difunto, se decora utilizando Flor de Cempoalxóchitl (flor infinita), papel picado, y se colocan adornos distintivos (comida, ropa limpia, dinero, cacao, chiles secos, pan de muerto, fruta fresca, semillas, calaveras de azucar o chocolate y más..., dependiendo de cada familia). Se quema ocote y copal en incensarios para aromatizar, ambientar y guiar a los muertos que regresan; la danza, la música y el canto son parte de la celebración que dedican las familias a sus difuntos.
Algunas vírgenes o santos se colocan también en las ofrendas, resultado de la influencia cristiana. Y como símbolo de compasión se coloca una pequeña ofrenda dedicada a los difuntos olvidados o que no tienen familia con la cual celebrar.

En el cementerio, las familias cargan escobas, cubetas y palas para limpiar la tumba y poder adornarla, y así como con a ofrenda, algunas familias colocan flores y adornos sobre las tumbas de otros, compartiendo con aquellos difuntos olvidados o sin familia. 
Tradicionalmente se trazaba un camino con flor de Cempoalxóchitl desde el cementerio hasta la casa de los familiares, esto todavía se puede ver en comunidades pequeñas que conservan la tradición. 

Aquello que distingue a México en esta celebración y superior a la muy aclamada burla, irreverencia y sátira popular hacia la muerte, es el tipo de ofrenda que se realiza y la creencia de que los muertos vuelven en este día para convivir, compartir y celebrar con sus familiares. A diferencia de en otras partes del mundo donde sólo los recuerdan y oran por ellos. 

Son los indígenas, protectores de las tradiciones quienes viven esta ceremonia en sigilo, respeto y en familia de forma íntima dentro de sus comunidades, lejos del espectáculo y comercialización que distorsionan la tradición. 



Agradecimiento Zet Miranda

DATO CURIOSO:

Las representaciones más turísticas y populares de Día de Muertos son en:

-Lago de Pátzcuaro, Michoacán. 
-Pueblo de Míxquic, al Sur de la Ciudad de México.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El Día de Muertos es una celebración con la que la mayoría de los mexicanos crecemos. Algunos se han visto más influenciados por las tradiciones de Halloween o noche de brujas, que lamentablemente han ido desvalorizando nuestra fecha para conmemorar a los muertos.
¿Qué hacer para detener ese abandono a la cultura? Tal vez sea la globalización, la mercadotecnia, la poca credibilidad... Pueden ser muchas las razones; pero es necesario no quedarse en un "ni modo" y fomentar esta mágica tradición a los nuevos de vida.

Me ha encantado tu artículo y las fotos complementarias han sido atinadas y buenas.

Nea