Un huérfano errante por el monte espeso
vio un hacha suspendida en el aire
que por propio impulso cortaba leña,
la leña se hizo un atado
y por veredas fue rodando, rodando
y tras el muchacho
el fardo se adentró en la pirámide de los Nichos
morada de los doce tajines, doce viejitos
quienes tomaron al joven a su servicio.
Los viejitos cuando salían a trabajar
sacaban de un baúl, capas, botas y espadas.
Las capas revoloteadas producían vientos
y golpeando con las botas los truenos
y al desenvainar las espadas los relámpagos;
esas eran las tareas de los doce viejitos.
Durante una ausencia de los tajines
el muchacho tomó el traje más poderoso
y empezó a retozar en el cielo
provocando una tormenta pasmosa.
Los viejitos salieron a capturarlo
le echaron montañas de nubes
y el joven se escabullía.
Le pidieron un cabello a la virgen
que arrojado, se volvió cadenas.
Alguien dice que los viejitos
como atadura usaron el arcoíris.
Al joven lo precipitaron al mar,
en el fondo yace, ahí ha envejecido.
Por el día de San Juan se revuelve,
se oyen sus voces roncas, graves,
quiere saber la fecha exacta de su santo,
para poder celebrarlo,
pero le engañan, pues de saberlo
se desataría un diluvio.
Me parece muy interesante como en una leyenda prehispánica se le pide un cabello a la virgen y que por el día de San Juan se revuelvan..., obviamente esto demuestra el sincretismo que se vive en México. Es curioso ver como se han mezclado las creencias y tradiciones. Finalmente es lo que somos los mexicanos, una raza mestiza. Sin mencionar que la leyenda deja de ser prehispánica al observar ese tipo de elementos dentro de su estructura.
1 comentario:
Que bonita leyenda, yo fui a la zona arqueológica del "Tajin" y ahí se encuentra esa leyenda, y me gusto mucho, ahora me encargaron una leyenda en mi escuela y pues la voy a llevar para que mis compañeros la conozcan. Gracias.
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